Allá por los años 30 un grupo de mozos de Carracedo decidió darle un escarmiento a un amigo que presumía que no temía a nada ni a nadie. Decidieron esconderse dos de ellos en el cementerio a la noche y que el resto fuera con el susodicho y le darían un buen susto.
Allí acudieron cuando se hizo de noche con el amigo bravucón y al cabo de pocos minutos salieron los amigos escondidos con el fin de asustarlo. Al verlos, todos comenzaron a gritar y a correr muertos de miedo. Los dos amigos pensaron que estaban representado el papel de asustados para hacerlo más real. Sin embargo, cuando los dos amigos se miraron el uno al otro vieron algo tan horrible que también los hizo salir corriendo para abandonar el cementerio, pero cuál fue su sorpresa cuando al llegar a la puerta no pudieron franquearla aunque se encontraba abierta de par en par. Cuando el resto del grupo volvió con varios familiares adultos se encontraron con los cuerpos sin vida de los dos amigos que se habían escondido. Ninguno de ellos supo explicar que fue lo que sucedió para que también ellos salieran corriendo, pero todos coincidían que fue lo más horrible que habían visto en su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario