1) Para los diálogos debe usarse el guión largo, “—”, que se obtiene
apretando a la vez las teclas “Alt”, “Ctrl” y “-” del teclado numérico o “Alt”
+ 0151.
2) Si no hay intervención del narrador, todo va sobre ruedas. Sencillo, el
“.” va al final de la oración:
—María, te comento el tema de los diálogos.
3) Si hay intervención del narrador, se empieza a complicar. Algunos
ejemplos (siempre, acordémonos, el “—” va pegado, sí o sí, a la intervención
del narrador, y NO a quien dialoga -salvo el “—” de apertura del renglón de
diálogo):
4) Intervención del narrador para finalizar la línea de diálogo, utilizando
verbos derivados del acción del “habla”. Ahí, el “.” va recién al final de la
intervención del narrador, y NO luego de la última palabra del diálogo. En este
caso el verbo derivado del acción del habla es “dijo”:
—María, te comento el tema de los diálogos —dijo Juan, el ceño fruncido.
5) Intervención del narrador para finalizar la línea de diálogo, utilizando
verbos NO derivados del acción del “habla”. Ahí, necesitamos usar dos veces el
“.”: a) uno va luego de la última palabra del diálogo; y b) otro va al final de
la intervención del narrador. En este caso el verbo NO derivado del acción del
habla, que domina la oración, es “frunció”:
—María, te comento el tema de los diálogos. —El que sugería sobre el tema,
llamado Juan, frunció el ceño.
6) Intervención del narrador en el medio de la la línea de diálogo,
utilizando verbos derivados del acción del “habla”. Ahí, también necesitamos
usar dos veces el “.”: a) una va recién al final de la intervención intermedia
del narrador, y NO luego de la última palabra del diálogo; y b) el otro va al
finalizar la línea de diálogo, luego de la última palabra de quien dialoga. En
este caso el verbo derivado del acción del habla es “dijo”:
—María, te comento el tema de los diálogos —dijo Juan, el ceño fruncido—. No
es taaan complicado.
7) Intervención del narrador para finalizar la línea de diálogo, utilizando
verbos NO derivados del acción del “habla”. Ahí, necesitamos usar tres veces el
“.”: a) uno va luego de la última palabra del diálogo antes de la intervención
intermedia; b) otro luego del quión de cierre de la intervención intermedia del
narrador; y c) el último va al finalizar la línea de diálogo, luego de la
última palabra de quien dialoga. En este caso el verbo NO derivado del acción
del habla, que domina la oración, es “frunció”:
—María, te comento el tema de los diálogos. —El que sugería sobre el tema,
llamado Juan, frunció el ceño—. No es taaan complicado.
8) Siempre, siempre, en el caso de la intervención del narrador, el “—”
va pegado al texto de tal intervención, y NO al diálogo del protagonista.
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