Ya estaba concluyendo su gran obra. Sabía que cuando definiera el rostro
de aquellas cuatro niñas, sus almas pertenecerían al lienzo para siempre. No
sabía qué pasaba con los cuerpos cuando él les robaba el ánima a través de la
pintura, pero tampoco le importaba mucho. Suponía que morían. ¿Qué más daba?
Acabó de pintar los jarrones y limpió el pincel. Desde que aquella brocha
cayó en sus manos, sus pinturas se habían vuelto mucho más realistas y
potentes. ¡Tenían vida!
Él no lo sabía, pero aquel instrumento de pintura había sido diseñado por
un demonio con los pelos de la crin de un unicornio miles de millones de años
antes de que la Tierra hubiera sido creada. Cuando alguien lo utilizaba, el
alma de todo lo retratado pasaba a pertenecer al lienzo.
Los cuerpos de las cuatros niñas estaban acabados y ya solo quedaban sus
caras. No las conocía de nada (aquello lo hacía todo más fácil). Había visto
sus rostros en Internet y eso le bastaba.
A cientos de kilómetros, cuatro niñas de una misma familia se desplomaron
al mismo tiempo; todas ellas víctimas de un ataque cardíaco. El lienzo estaba
acabado.
Consigna: Basándote en la imagen adjunta, deberás escribir un relato de 200 palabras (no más, mínimo 180, sin contar título), tema libre, tiempo y narrador libre.
Puedes describir sobre la imagen, usarla para desarrollar la historia o mencionarla dentro de tu obra.
Y si además de leerla, quieres oírla de mi propia boca...
Un micro sobrecogedor y una narración excelente.
ResponderEliminarBravo, Robe.
Saludos.
En pocas palabras, excelente!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias.
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